jueves, 8 de enero de 2015

La Península Ibérica sufrió tormentas tropicales en el siglo XVIII y duras sequías en el periodo musulmán

Las primeras medidas meteorológicas de la Península se tomaron en 1724, justo el año en que pasó por Portugal una de las peores tormentas conocidas. Más tarde, en 1816, se sintieron en España los efectos de la erupción del volcán Tambora; y casi mil años antes, en el 898, una sequía en Al-Andalus fue tan severa que sus pobladores llegaron al canibalismo. Son datos rescatados de viejos documentos por investigadores de la Universidad de Extremadura.
El registro oficial de las series meteorológicas en España comenzó alrededor de 1850, pero antes ya se habían anotado medidas puntuales en algunas zonas de la Península Ibérica. Las primeras las remitió en 1724 el médico portugués Isaac Sequeira al físico británico James Jurin, que intentaba formar una red europea de meteorólogos, según recogen documentos guardados en la Royal Society de Londres.
Las anotaciones del médico portugués registran una de las tormentas más fuertes de las que se tiene constancia en territorio peninsular. Pasó por Lisboa el 19 de noviembre de 1724 y afectó a todo el centro y norte de Portugal, causando daños en palacios, iglesias y edificios, además de hundir o inutilizar numerosas embarcaciones en la costa y el río Tajo.
“Los efectos que causó esta bomba meteorológica el día anterior –18 de noviembre– en Madeira, nos hace pensar que se trató de una tormenta tropical”, señalan los investigadores. Tormentas de este tipo, que se asocian a huracanes en el Atlántico, solo se conocen otras dos en España: “Una del año 1842 y la más reciente en 2005, que también se desarrolló en el entorno de Madeira y llegó hasta nuestras costas”.
Pero las investigaciones meteorológicas han llegado mucho más atrás en el tiempo. En concreto, se ha efectuado “el primer intento serio de obtener información climática a partir de fuentes árabes en la península Ibérica”, subraya José Manuel Vaquero, otro de los autores, que recalca: “Estamos hablando de noticias del clima en España hace mil años”.
“Recopilando estas informaciones podemos decir que ocurrieron importantes sequías en Al-Ándalus entre 748-754, 812-823 y 867-879, unos periodos en los que encontramos muchas referencias a sequías y hambrunas asociadas, que incluso hicieron que la gente emigrara hacia el norte de África”. Los científicos destacan una llamativa referencia: “En el año 898 una sequía, probablemente corta pero muy severa, llevó a los andalusíes a practicar el canibalismo para poder sobrevivir, según algunos crónicas, aunque seguramente también influyeran otros factores socioeconómicos o epidemias”.
http://flickrhivemind.net/User/juan
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Otros datos revelan que el clima en Córdoba, una de las ciudades más importantes del mundo por entonces, mostró una mayor frecuencia de la nieve y el granizo en el período 971-975 respecto a las medias actuales. Este estudio se ha publicado en la revista The Holocene.
Los cambios climáticos se aprecian en otras épocas con la presencia de una extensa red de neveros o pozos de nieve, ventisqueros y glaciares que se construyeron y mantuvieron entre los siglos XVI y XIX a lo largo del Mediterráneo, algunos ubicados en áreas donde no nieva en la actualidad un solo día al año. El almacenamiento y distribución de hielo eran un negocio que involucraba secciones enteras de la población rural. En este periodo se produce la Pequeña Edad de Hielo, un período frío que abarcó desde comienzos del siglo XIV hasta mediados del XIX. Puso fin a una era extraordinariamente calurosa llamada óptimo climático medieval, período entre los años 700 al 1200, cuando las temperaturas fueron más elevadas que en la actualidad, hasta el punto de poder explotar agrícolamente Groenlandia.
http://es.wikipedia.org/wiki/Sierra_Nevada_(Espa%C3%B1a)
Hay también una amplia evidencia de que durante ese período los glaciares se extendieron en los Pirineos, fundiéndose desde entonces. Es más, los remanentes del glaciar de Sierra Nevada que finalmente sucumbió al final del siglo XX se originaron en este momento y no eran, como a veces se dice, restos de la última verdadera Edad de Hielo. Los últimos verdaderos glaciares de Sierra Nevada y los Picos de Europa se fundieron a finales del siglo IX. 

Fuentes:
http://www.agenciasinc.es/Noticias/La-peninsula-iberica-sufrio-tormentas-tropicales-en-el-siglo-XVIII-y-duras-sequias-en-el-periodo-musulman
http://www.teinteresa.es/
http://www.tiemposevero.es/ver-reportaje.php?id=67

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