lunes, 25 de julio de 2016

Stella, Vanessa, Gulliver, Marte y el astrólogo (La vida de Jonathan Swift)

Jonathan Swift (1667-1745) fue educado por su tío Godwin, ya que su padre falleció antes de que él naciera. Durante su niñez, vivió en medio de una gran pobreza. Después de finalizar sus estudios se le presentó la oportunidad de trabajar como secretario del político inglés sir William Temple, escribiendo para él y llevándole sus cuentas, para lo que se trasladó a Moor Park en Surrey, Inglaterra, en 1689. A medida que pasaba el tiempo, crecía la confianza de sir William en su empleado, por lo que éste llegó a tener conocimiento de asuntos de gran importancia, siendo incluso presentado al rey Guillermo III.
Cuando Swift se mudó a Moor Park, encontró allí a una niña de ocho años, hija de un comerciante llamado Edward Johnson, quien falleció joven. Algunas fuentes aseguran que era en realidad hija ilegítima de Temple. Según el propio Swift, la niña, Esther Johnson, nació el 18 de marzo de 1681. Más tarde reaparecería en la vida de Swift con el nombre de Stella.
Hacia 1694, Swift estaba aburrido de su trabajo, y viendo que Temple, quien valoraba sus servicios, no tenía prisa en promocionarle, abandonó Moor Park y volvió a Irlanda para ingresar en la Iglesia. Tras su ordenación, en 1696, Temple convenció a Swift de que regresara a Moor Park para ayudarle a preparar sus memorias y sus cartas, con vistas a su publicación. Allí se reencontró con la niña de antaño, convertida en una joven de 15 años.
Swift permaneció con Temple hasta la muerte de éste, en enero de 1699. En el verano de ese año, recibió y aceptó la secretaría y capellanía del conde de Berkeley. Como capellán de Lord Berkeley pasó mucho de su tiempo en Dublín, y cuando éste regresó a Inglaterra, en abril de 1701, Swift, tras obtener su doctorado, le acompañó.
Cuando regresó a Irlanda en septiembre del mismo año, lo hizo acompañado por Stella, ahora una joven de 20 años. En torno a la relación de Swift con Stella hay un gran misterio no exento de controversia. Algunos afirman que contrajeron matrimonio secretamente en 1716, de lo que no se han encontrado pruebas definitivas.
Sin embargo, en 1714 se trasladó definitivamente a Dublín, donde vivió junto a Esther Vanhomrigh, una joven hija de una importante familia anglo-irlandesa. Swift inventó para ella el nombre Vanessa: con las iniciales de su apellido y su nombre (Van- y Es-) formó su apodo. No existe registro alguno del nombre Vanessa antes de esto, es por tanto el creador del nombre de mujer Vanessa, que goza actualmente de gran popularidad.
En 1728 murió Stella, y Swift sufrió una severa depresión. Murió en 1745, dejando la mayor parte de su fortuna a los pobres y disponiendo que se construyera a sus expensas un manicomio.
Otra curiosa historia de Swift se encuentra en su obra más conocida. Oficialmente, las dos lunas de Marte (Fobos y Deimos) fueron descubiertas en 1877 por el astrónomo Asaph Hall, quien pudo verlas desde el Observatorio Naval de los Estados Unidos, cerca de Washington. Sin embargo, más de ciento cincuenta años antes Swift las había descrito con bastante exactitud en Los viajes de Gulliver. Las coincidencias en tamaño, distancias y velocidad de rotación con los satélites mencionados en el relato son bastante grandes y, sin embargo, la óptica disponible durante la vida de Swift, no permitía ver esos cuerpos celestes tan pequeños y que se separan tan poco de la esfera de Marte.
Otra de las historias que protagonizó Swift es el conocido como Bulo de Isaac Bickerstaffle. El escritor le tenía cierta manía a un astrólogo que publicaba regularmente almanaques con sus predicciones, John Partridge. Bajo el seudónimo de Isaac Bickerstaff, Swift publicó en 1708 las Predicciones para el año 1709, en las que anunció la «muerte infalible [de Partridge] para el próximo 29 de marzo [1709], alrededor de las once de la noche, de una fiebre virulenta». La muerte de fiebre se debía a que Partridge había predicho que una epidemia o fiebre asolaría Londres a principios de abril. De este modo, Swift jugaba a hacer al astrólogo morir de su propia predicción, de la misma manera que quería acabar con su carrera usando los mismos métodos que el adivino usaba para sostenerla. 
El 30 de marzo Swift publicó la Elegía, dedicada a lamentar la muerte del astrólogo. La noticia se extendió por todo Londres: todo el mundo se lamentó de la desgracia y se publicaron numerosos obituarios. 
El protagonista, que por lo demás estaba vivo y gozaba de buena salud, se vio obligado a publicar un número extra de su almanaque en el que argumentaba de una forma muy curiosa: no sólo estaba vivo en el momento de escribir la rectificación, sino que ya estaba «demostrablemente vivo» antes, cuando Bickerstaff lo declaraba muerto. 
Esto provocó las risas de todo Londres, y Swift publicó El cumplimiento de la primera predicción de Bickerstaff, en la que insistía en la muerte de su víctima: describía con exactitud los síntomas, la hora del fallecimiento, daba el nombre del médico que le asistió e incluso afirmó haber estado allí y haber hablado con el moribundo. Swift usó el seudónimo de Bickerstaff por última vez en 1709 con Una reivindicación de Isaac Bickerstaff. En ella aportaba supuestas pruebas de la muerte de Partridge. Una de ellas afirmaba que era “…imposible que ningún hombre vivo pudiera haber escrito tanta bazofia“.

https://es.wikipedia.org/wiki/Jonathan_Swift
Peter Villanueva Hering:  Errores falacias y mentiras.
http://historiascuri.blogspot.com.es/2013/07/los-viajes-de-gulliver-la-fantasia-como.html

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